domingo, 25 de marzo de 2012

El hombre que no creía en milagros,vio, durante días sucesivos, surgir uno sin creer lo que veía. Una planta que moría. Irremediablemente se iba. Su esposa siempre decía: "déjala;ella revive". Él la miraba: "¡increible lo que esta mujer piensa! Pero,¿tú no ves que tiene las hojas, los tallos secos?". "¡No la tires!¡Ella vive!". La mujer,que estaba enferma, al poco tiempo murió y un día que el hombre estaba mirando hacia el infinito, encuadró su vista algo que le hizo ahogar un grito: ¡la planta se erguía ante él con un tímido verdor. "Mujer(pensó),¿es que tenías razón?". Comenzó a regarla el hombre con mimo,cariño,ilusión... Negando fuera un milagro, ateo como él era, aquel riego continuó hasta que llegó su turno y en su mar descansa hoy. Ahora yo miro mi mesa y veo tres plantas en élla. Son violetas. Una es la del milagro.¡ Es mi herencia!

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