Observo las
letras de tu nombre
danzar en
la cresta de una ola.
Se acercan deslizándose en la espuma
a mi alma, que
te recuerda y añora…
No es real y lo sé. No estoy tan loca.
Pero es tanto
el anhelo, tan latente,
que vivo un
sin vivir y, espectadora,
asumo
ansiosa mi último presente
ávido de
encontrarte en el silencio
donde moran
las almas que se adoran.
Publicado en la antología poética "Versos desde el corazón", pg. 167
www.diversidadliteraria.com
Publicado en la antología poética "Versos desde el corazón", pg. 167
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