Volví a la vida cuando sentí mi nombre y una serie de preguntas..."¿estás bien?,¿me oyes?...".
Sentada en una piedra a orillas de la carretera,observando el desastre que se cernía ante mis ojos, empecé a ser consciente de la pesadilla que habíamos vivido en cuestión de segundos...El techo del coche estaba quemado...destrozadas ruedas,puertas...Del maletero habían salido los instrumentos musicales que llevábamos a nuestro trabajo de conciertos escolares...Ahora se encontraban disperos en un desconcierto dramático y triste...
Estaba silenciosa,preocupadísima por el personaje que me acompañaba desde hacía unos dos meses y que debía ver la luz de la vida dentro de siete meses más.No nos pasó nada a los cinco ocupantes del vehículo,pero no sabía cómo había afectado el golpe a mi hijo...

¿Casualidad?.Tal vez.¿Viaje astral?¡Quizás!. En aquellos momentos y aún con el paso de los años,sigo pensando que mi queridísimo y siempre presente hermano me hizo una broma de las suyas y dibujó aquel maravilloso "bocadillo" para que su sobrino viviera todo lo que él no pudo.
Sí saqué una conclusión valiosa en los momnentos de sufrimiento que estaba viviendo por la suerte de mi hermano: ¿sufrió?¿se dio cuenta de lo que iba a pasar?¿se angustió?.Después de mi "lapsus brillante",en que me sentí transportada a la paz más fuerte que he sentido nunca,entendí que él también sintió lo mismo y que en esa paz sigue.
Ahora todo es un recuerdo.Mi hijo es hoy todo un doctor en Geología e Ingeniería.De todos los sobrinos de mi hermano es el que más parecido guarda con él.