Amanecer en Tindaya

  ¡Días preciosos que me llevo en el alma!
  Desde la oscuridad que da paso a la claridad del día...
  Los sonidos de las aves de corral...
  Los ladridos de los perros  en una orquesta imposible...
  Los cuervos con sus graznidos
 atravesando el silencio de la noche para, al amanecer,
certeros,cruzar en pareja los campos
 buscando la aventura...
conversando en sus idiomas de sonidos estridentes.
 Oigo un nuevo sonido discontinuo y diferente:
trino largo y otro corto...
 ¡Otra ave que añora a su pareja
y la llama quejumbrosa y contundente!
 ¡ Y el gris que se sumerge en el vacío de los ocres
y el esplendor del naranja que lo cubre lentamente!
 Y la luna,que ha iluminado la alcoba en una noche serena,
se retira vigilante y al mismo tiempo tranquila...
¡La montaña sigue enhiesta!,Siempre firme y atenta,
 Tindaya espera,observa.Se baña de soles y lunas.
¡Una mágica amalgama de colores,de sonidos,
de latidos de esperanzas y de sueños escondidos!
 ¡Y la respiración amada como remate final
sublimando esos momentos, a mi lado...en mi oído!

Con mi agradecimiento y cariño para Macu y Pablo.