domingo, 26 de mayo de 2013

La mejor enseñanza ( dedicada a Universo,por recordarme vivencias nostálgicas y por estar "ahí").

Mi casa del pueblo,
 en la cual nacimos
todos los hermanos,
 tenía una pequeña  huerta
 y en ella  un hermoso pino,
 donde, cada tarde, sube-baja,
 felices, jugábamos.
 Por detrás del pino
 había una acequia
 pequeña y estrecha,
 pero suficiente:
 allí nos mojábamos.
 Frente a dicha acequia
 había un lavadero,
 en el que diariamente,
 mi madre lavaba y,
 a la que yo, gustosa,
 siempre acompañaba.
 "Madre -dije un día, curiosa-
he visto en la acequia  grande,
 la que sube por la calle,
 a unas mujeres lavando.
¿ Por qué no vamos allí?.
 Hablan, se ríen y cantan.
 ¡ A mi me gustaría ir!".
 Mi madre me miró y,
 muy seria, me dijo:
" No puede ser.
 Ellas van porque en sus casas,
 no hay agua ni lavaderos
 en los que puedan lavar.".
 Aquello a mis ocho años,
 no lo podía entender:
 " Ellas no tienen y ríen.
 Mamá tiene y está triste...".
 De nuevo volví a la carga.
 Un día y otro también,
hasta que yo, majadera
 y ella harta del tema...
 ¡ por fin claudicó!.Fue así :
 "Mamaíta, pues si tú no quieres, ..
.¡déjame ir a mi!".
 Me miró de arriba a abajo,
 suspiró profundamente...no habló.
 Me preparó una cereta:
 pantalones de papá,
 un par de sábanas sucias,
camisas y calcetines...¡¡mi tesoro!!...
¡¡¡Y allá me fui!!!.
¡Qué alegría en mi semblante!
¡Qué felicidad sentí!. Pero...
aquel día no había mujeres...
¡solas la acequia y yo!...
y mi cereta con ropa;
 mi pastilla de jabón;
 mis manos fuertes, briosas;
 mi voz sonora cantando
 a Joselito y Marisol...
Cuando terminé el lavado;
 cuando enmudeció  mi voz;
 cuando crucé hasta mi casa;
 cuando mamá me miró...
le devolví la mirada y,
 con orgullo en mis palabras, dije :
" ¡ Deja: la tenderé yo!.
 Y, ¿sabes? yo creo que, en casa,
 se lava mucho mejor".
Mamá no me dijo nada...
¡pero sí que sonrió!.

2 comentarios:

  1. Mª Carmen, no tengo palabras. La poesía es preciosa y la vivencias también. (Es mi lema de lo que más aprendemos es de la experiencia). Seguro que más de uno de nosotros se verá reflejado en tus palabras. Antes en todos los huertos había acequia, no sabes lo que me recuerdas a mí.
    Infinitas Gracias por Ser y por estar.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Te la debía, Universo. ¡Qué parecido tenemos en común los que somos de, más o menos la misma época, seamos de donde seamos!. A pesar de miles de cosas, la recuerdo con cariño. Me imagino que igual que tú y tod@s. (Ya no tenemos la casa y te imaginarás cómo añoro el pino).¡Un abrazo, amiga!

    ResponderEliminar