lunes, 17 de septiembre de 2012

Primera comunión(Relato corto)

..." ¡Que no!.¡La niña es muy pequeña aún!Además,no puedo comprarle el vestido...¡,faltan muy pocos días...!.Pero que no hubo manera y mi tía se salió con la suya...
     Me acompañó al altar mi querida madrina(que no era mi tía;ella no apareció por la iglesia).
    ¡Iba guapísima!.Por descontado,no sé de quién era tan hermoso vestido...próxima a cumplir los seis años (tres meses más tarde),de pocas cosas me enteraba...
    El día transcurrió de forma "normal":golosinas al salir de la iglesia,caricias de la gente que conocía a mi familia,...¡ algùn dinerillo recogí!.
    De día tan maravilloso,solo recuerdo tres cosas: una,y sobre todas,mis padres no estuvieron a mi lado.Otra,cuando estuvieron,ya muy tarde,discutieron.La última me hizo tener mi primer encuentro con la humillación,acto inolvidable el cual debo indirectamente a mi queridísima tía y sus prisas,no sé por qué.
    Veía yo a mis compañeras de tan católico acto cómo daban a quien se acercaba a ellas una "estampita" o recordatorio del momento feliz...Yo hice exactamente lo mismo con una amiga de mi madrina.¡Me sentí tan feliz al hacerlo!¡Me tocaba a mi dar algo,por fin!...
    Caras raras.Pena en los ojos...Devolución de "estampita" al libro..."¿Qué he hecho mal?¿Qué pasa?...".
   ¡¡Pobrecita!!(oí decir)...--Luego te cuento,mi niña ( me comentó mi madrina con voz temblorosa...)Y me contó:" Tú sabes que este no es tu traje...ni estos son tus zapatos...ni este velo precioso es tuyo...¡el libro de misa tampoco!.¡Las estampitas que están dentro,mi niña,son de otras niñas!¡de otros años!¿ves?en ellas no está tu nombre".
   

2 comentarios:

  1. IMPRESINANTE RELATO.¡CÓMO LA VIDA MISMA¡¡
    Mi escritor preferido dijo un día:
    La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca.
    MARIO BENEDETTI.
    UN ABRAZO.

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  2. Mª Carmen, un relato escalofriante pero eso es lo que tocaba en esos tiempos, son recuerdo que te dejan mardacados para toda una vida. Pues empieza a liberal uno por uno, y veras como la mochila baja de peso.
    Un fuerte abrazo

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