Una historia de siempre (Relato enviado al concurso con el lema"Pobreza y exclusión social",del Club de Escritura "Fuente Taja")
¡Mamá!...¡Mamáaaaaaaaaaaaaaaaaa!. ¡Voy a casa de
Maribeeeeelll!!. …y la chiquilla corrió como una exhalación antes de que la
madre, atareada en exprimir su imaginación en la preparación de la comida
principal del día, acertara siquiera a
darse cuenta de lo que decía la algarabía andante en que se estaba convirtiendo
su niña…”¡¡Dios mío!! – pensó - ¡Qué día de Reyes tan difícil!””…La pequeña,
mientras, trotaba más que otra cosa mirando ilusionada sus regalos: su preciosa
muñeca y su hermosa maletita, dentro de la cual danzaban alocadamente el
portalápices, la goma y una libreta azul que ponía “Cuaderno” con una letra que
la hacía soñar con algo indefinible aún, pero que, solo de pensarlo, sentía
unas cosquillas, como cuando se comía, de vez en cuando, una bolsita de sal de
frutas…”¡Ja!.Maribel se va a quedar muda cuando vea mis regalos”- pensaba
ilusionada y feliz .Con el corazón acelerado toca a la puerta con respeto y, en
el fondo, temerosa: el padre de Maribel es el farmacéutico del pueblo, pero no
impone solo por ello. Es un señor muy serio, alto y grueso que jamás sonríe y
siempre mira con cara rara a todo el mundo. Pero no asoma el padre. Maribel
abre la puerta y tira del brazo a Rosi: sin oírla; sin mirar la muñeca y casi
tirando la maletita sonora porque sus ocupantes se quejaban del maltrato,
pobrecitos,-pensaba la niña- corren por el gran jardín y, a la entrada de la
cocina, el frenazo físico casi la tira al suelo. El frenazo mental fue excesivo
para sus siete años…La cocina era una extensión de cocinitas, muñecas de todo
tipo -¡la negrita era divina!-,un cuarto de baño en miniatura, ropa, ¡una
bicicleta!.Rosi no salía de su asombro…Jugaron y ayudó a bañar a las muñecas. Volvió
a casa y, el caminar, esta vez, era pausado. Raro. Acariciaba suavemente a su
muñeca y pensaba, ”¡Qué porras. Yo también puedo jugar! ”. En casa, un rato más
tarde, la madre de Rosi oyó un llanto desgarrador que procedía del cuarto de
baño. Voló más que corrió y, al abrir la puerta, vio a su hija con los restos
de la preciosa muñeca hechos añicos en el lavabo, en sus diminutas manos y,
sobre todo, en su corazón…La madre no habló. Su mirada expresaba tanto dolor
que Rosi, hipando cada vez más despacio, relegó el llanto a algún nivel de
comprensión infantil y dio paso a una solidaridad con su madre, tan fuerte, que,
secándose los ojos con una mano y levantando del suelo la hermosa maleta con la
otra, le dijo muy seria: “Mamá, ¿la maleta es también de cartón?”. ”Sí, hija”.
“Bueno, cuando esté sucia la limpio con un trapo, ¿vale?” y, al llegar al
pequeño patio, se sentó bajo la parra, sacó la libretita, miró la palabra
“Cuaderno” y supo que algún día escribiría sobre el porqué de lo que había
pasado. Por qué tanto y tan poco. Sobre todo, ¿por qué era más dolorosa la
mirada de su madre que el haberse quedado sin su preciosa muñeca?.” ¡Cuaderno”!
.Entonces, abrió el portalápices y comenzó a imitar las hermosas letras de
molde. En cada trazo, una lágrima. En cada suspiro, un poquito de esperanza
O bien porque nació con el don de la escritura, o bien porque la escritura llega con el don y el sufrimiento y la comprensión, o la necesidad de expresar todo lo que sentimos, valoramos, apreciamos, observamos....
ResponderEliminarMaravilloso cuento, enhorabuena
Besos muy muy fuertes y BIENVENIDA DE NUEVO♥♥♥
¡Gracias, Tramos! Una cosa conlleva a la otra; a veces nos marcan y taran y otras te refuerzan constantemente, más algún don que se haya extraviado por ahí...¡Encantada de hablar por aquí con las amigas! ¡Un fuerte abrazo!
EliminarGracias Mª Carmen, por tu visita y comentario en mi blog, donde eres bien acogida, sintiéndome alagado de que tan ágil pluma se considere cómoda en mi espacio, es un placer.
ResponderEliminarAccedo por cortesía y en justa correspondencia a este agradable lugar. Tomo asiento y, comienzo la lectura de este relato, desde el comienzo me resulta fácil en lectura, comprensible en la temática e interesante en el desarrollo, al final, debo decir que me ha entretenido y he disfrutado con su amena lectura.
A la vista de otros títulos, me apetece quedarme.
Un abrazo.
¡ Y yo encantada de que te quedes!Escribo,como todos nosotros,creo,por el placer de hacerlo.Si logro que llegue y entretenga,ya entonces soy feliz.No sabes lo que me animan tus palabras.Tod@s mis amig@s del Blog han sido,son y seguirán siendo el mejor aliciente para seguir adelante.
EliminarAquí estamos.Un abrazo.
Mª Carmen, me alegra tu vuelta. Espero que tengas suerte con tu cuento, porque te lo mereces. Como persona y como escritora, cuando lo leí a mi me gusto, pero ahí opiniones para todo.
ResponderEliminarUn beso grande, feliz fin de semana.
¡Vamos a ver, Universo! Yo estoy más cómoda con la poesía, pero siempre me ha gustado redactar. No creo que gane nada; de todas formas, el premio es publicar los relatos ganadores en una revista y eso sí me agrada, sobre todo los comentarios de los otros compañer@s escritores.
ResponderEliminar¡Donde mejor me lo paso sigue siendo aquí, con mis seguidores y seguidoras!
Estoy contenta de estar respondiéndote, Universo.¡¡Muchas gracias de nuevo!!¿Un abrazo!